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Escriba: Renata González
Fecha: Noviembre 2008

Padre nuestro, gracias, infinitas gracias, por la abundancia con la que dotaste a nosotros tus hijos benditos. Gracias por el regalo maravilloso de la creación, por hacerme un co-creador divino, ilimitado y eterno. Padre amado, sé que tus arcas se encuentran siempre abiertas para que tome de ellas lo que desee, pues Tú nos dotaste de una corriente siempre fluida y eterna de abundancia a la que tenemos acceso en el instante santo en que me siento bendecido, amado, agradecido, alegre, y tengo la confianza plena que Tú caminas a mi lado. Padre sé que tu única voluntad es que yo sea intensamente feliz, y esta es mi voluntad también, por lo que me encuentro bien dispuesto a hacer tu voluntad y dejarme guiar por tu amor hacia la verdad eterna.
Padre renuncio hoy y para siempre a las ideas equivocadas de escasez, pérdida, insuficiencia, ser inadecuado, incompetencia, duda acerca de mi y estar en competencia con otros; pues reconozco que nadie puede quitarme lo que es mío y lo que es mío es pleno, abundante, próspero e ilimitado. Padre, entiendo que las ideas equivocadas que yo he sostenido anteriormente son lo único que obstaculiza que yo tenga acceso a lo que me corresponde por derecho divino, y porque corresponde a tu voluntad y a la mía. Hágase entonces tu voluntad, que yo esté abierto y receptivo a tu guía amorosa, que mis sentidos se encuentren abiertos y bien dispuestos a encontrar el camino de retorno a mi plenitud y abundancia, sé que no camino solo y que tu guía me indicará con sentimientos gratos como: la alegría, el entusiasmo y la paz, cuando estoy cerca del camino que tú has diseñado para mi dicha. Padre, enséñame a caminar en línea recta hacia mi felicidad, permíteme estar en una actividad que nosotros conocemos como “trabajo” en donde yo pueda florecer en el esplendor de mi Ser, en donde mi labor sea reconocida, agradecida , bien remunerada y aceptada; en donde pueda dar lo mejor de mí mismo en alegría y plenitud; y aprenda de otros de lo mejor de su Ser bendito. Un lugar en donde pueda crecer, ser útil, querido y me encuentre en la nota armónica más alta de la realización del ejercicio pleno de los dones y talentos que tú me has dado. Que sea siempre consiente de de mis talentos, de mis virtudes, de mi entusiasmo, de la inmensa abundancia que existe en mi, alrededor mío, en mi familia y en mi comunidad. Que nunca, pero nunca más dedique un solo segundo, a la práctica errada y debilitante de considerarme menos que la belleza y perfección que tú has creado. Qué así sea, así es ya, gracias, infinitas gracias Padre nuestro, me dispongo con paciencia infinita, que genera resultados inmediatos, a esperar tu guía para seguirla inmediato. Amén.