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he perdido la paz, ¿en qué estoy fallando?

por Renata González y Hermanos honestos que han compartido sus inquietudes acerca de Un Curso de Milagros

Luz: "...lo primero en lo que pienso es en querer tener paz en el corazón, pues después de haberla tenido, perderla, me resulta inesperado. Me toma por sorpresa, y no se en que estoy fallando. Creo ser una persona agradecida con Dios; siempre trato de ver las cosas lo más positivamente posible, pero últimamente me invade un miedo, que sinceramente no logro identificar. ¿Te ha pasado esto ?"

Renata: "¡Vaya que sí! De vez en vez, pues sabes la conciencia es oscilante, claro que El Curso de Milagros, apoya a ir ubicando el centro de la misma, la mente recta, de una forma más acelerada de lo que hubiera alcanzado sin este.

Primero que nada, es importante comentar que un manual maravilloso y perfecto para la paz, es el mismo curso. Particularmente las lecciones. Estas son diarias, una por día y no más de una por día. Y la lectura del libro indispensable al menos el equivalente a 14 páginas a la semana. No te digo un alumno, sino cuando alguno de mis compañeros ya maestros de milagros me llama para preguntar porque no se siente en paz, yo les pregunto: ¿hace cuanto que no lees, hace cuanto que paraste las lecciones? La mayoría se sorprende de que sepa esto, pero todos nosotros necesitamos la continuidad del estudio; y yo lo veo perfectamente claro, cuando la mayoría responde que “tiempo atrás”. La razón de esto es simple, el Curso es un entrenamiento de la mente, es una práctica que obliga a la mente a tener pensamientos centrados en la mente recta y desde la verdad pacífica, amorosa y perfecta de lo que realmente somos. Son afirmaciones continuas de la verdad, utilizando la mente para el único uso que tiene que es crear mundos a partir de la verdad y el amor divino, en co-creación con Dios. Si un pensamiento no es digno de Él, no es digno de ti. Lo más aconsejable pues, es hacer el Curso como se indica.

Por lo pronto te puedo decir, con las pocas líneas que escribes al respecto que hay algunos conceptos que requieren entenderse mejor y con esto puedas hacer el retorno a tu paz:


1.- dices “Perderla”. La paz, no se puede “perder”. Es tu derecho divino Luz, se encuentra adentro de ti. Ningún evento externo a ti tiene el poder de quitarte algo que Dios te dio al crearte y te lo dio por siempre. Es sólo una idea errada que dice que algo fuera de ti pueda quitarla. Trabajemos más con esta idea. Por lo pronto la lección 93 reza así: "La luz, la dicha y la paz moran en mí." Dale una leída o si gustas escucharla, está en la sección de Audios.

2.- Dices: “en que estoy fallando”. Y la respuesta es: en nada ciertamente en nada; pero SÍ en creer que fallas. No es ninguna falla es que se requiere más entrenamiento. La pérdida de la paz esta típicamente asociada con imágenes del pasado que estoy reviviendo (o mejor dicho, re-sintiendo) o un futuro que imagino terrible. Cuando el único tiempo que existe es el presente y la paz se encuentra en este presente. También, hay un componente no siempre consiente, pero siempre presente de culpabilidad (ojo, no sólo la que uno admite tener, sino la que estamos proyectando en otros al sostener que alguien más que no soy yo, es culpable de algo; básicamente la misma culpa pues resulta más fácil de manejar para el ego verla afuera que admitir que está adentro, y por tanto te oculta del entendimiento que esté en ti); lo que resulta en una justificación al ataque y/o contra-ataque (aunque también es a nosotros mismos).

 

 

 
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