PARA CAMBIAR LA PERCEPCION DE UNO MISMO

Mucho tiene que ver el modo en el que te percibes a ti mismo. Y lo primero que tienes que saber es que no estás solo. Nunca lo has estado. Así estés en medio del lugar más desértico del planeta, en el momento que te hagas la pregunta: ¿por qué estoy aquí?, cámbiala por: ¿para qué estoy aquí? Y obtendrás la respuesta.

Las respuestas verdaderas siempre vienen de dentro de uno mismo. ¿Pero, quién es quien responde? ¿A quién escuchas? Veámoslo de esta manera, divide tu cerebro en 2 mitades, la primera mitad escucha la voz del ego, que es el que nos hace actuar con miedo, nos dice que el ataque está justificado, te dice que odies, te dice que mates, y te hace actuar cuando tienes que estar quieto. Nos hace planear lo que vamos a decir y cuando llega el momento de hablar, nos quedamos callados. Nos dice que andemos con cuidado cuando no hay nada de que temer. Nos dice que el pasado es condenable, que el futuro es inseguro y nos quita de la vista el eterno presente. La otra mitad le pertenece al Espíritu Santo, al Yo, a la energía universal, al maestro interno. Llámalo como quieras. Es el guía que nos ayudará para lograr nuestro objetivo, que es que toda tu mente le pertenezca a uno solo. Algunas personas no creen en ninguno de los personajes que les acabo de dar y lo que utilizan es un cajón gigante en el que meten todas las cosas que no les gustan. El punto aquí es enseñarte a dejar de pensar en lo que no te gusta para lograr pensar desde tu espíritu. Es decir para que comiences a pensar en lo que sí quieres. En el trabajo que yo he realizado muy personalmente para lograr estar en paz, decidí entregar al Espíritu Santo (E.S.) todas mis situaciones. A Él lo llamaremos Maestro Interno (M.I). Claro que si tu crees en alguien que sea un Ser superior, Dios, el Yo, tu cajón o lo que creas que te ayudará a rendirte ante la situación y entregarla; esa es la entrega de la que te hablo. Si no sabes ya que hacer con X situación, ya no hagas nada. Ríndete ante la situación y entrégala a tu M.I.

Tener cualquier pensamiento que no te haga sentir en paz es pensar desde tu ego.

Muchas veces cuando nos sentimos mal por algo es porque tomamos una mala decisión. Elije de nuevo, si no te gusta lo que estás viviendo en estos momentos, elije percibirlo de otra manera.

Para lograr entregar situaciones a tu M.I sigue los siguientes pasos.

Siéntate en una silla en la que permanezcas cómodo o si gustas recuéstate pero no te quedes dormido. Pon tu mente en blanco. Cuando lo hayas logrado. Imagina que él está a tu lado, puede ser a tu imagen y semejanza, puede ser la faz de cristo o bien un destello de luz que flota a tu lado.
Trae a tu mente los pensamientos que no te gustan, que te dan miedo. Piensa en cada uno de ellos y uno por uno, en total tranquilidad y agradecimiento, entrégale aquellas situaciones, pensamientos o deseos que no te dejaban estar en paz y agradécele por haber tomado eso que tanto miedo te daba o que simplemente no te dejaba estar bien.
Cuando hayas terminado de entregar aquellas situaciones que no te agradaban. Pregúntale ¿A dónde quieres que vaya? ¿Qué quieres que diga y a quién? ¿Qué quieres que haga? Y en silencio espera la repuesta.
Abre los ojos y siéntete agradecido por no tener más esa carga emocional. Siente con todo tu corazón que eso ya se resolvió y no pienses más en el. Recuerda que si lo tomas, la entrega no es total y ya sabes que esta vez solo hay dos opciones. Quieres estar bien o no lo quieres.

Michel Gaymard