para saber quién y qué eres realmente

Tal vez estas palabras no tengan ningún sentido… ¿saber quién soy y qué soy? ¿Tú sabes qué y quién eres? ¿Te lo haz preguntado alguna vez?

Saber qué y quién eres realmente no es, en lo absoluto, nada difícil; de hecho, es solo cuestión de que lo recuerdes. Recuerda que el fin de este libro no es enseñarte nada, si no, lograr que recuerdes quién y qué realmente eres. Te recordará cómo escuchar a tu espíritu, como entrar en comunicación directa con el Creador. Recuerda que más que un cuerpo, eres un Espíritu, Alma, Energía pura, Ser, Luz, etc. Lo podrás llamar de muchas formas pero al final todos son el mismo.

Párate en el centro de la habitación que más te guste de tu casa u oficina, si estás en ella. Si estás en el parque, párate en el lugar que más te guste del mismo.
Cierra los ojos, respira hondo y profundamente 6 veces. Si algún recuerdo del trabajo, familia, problema, etc. no te deja concentrarte, imagina que la situación, la encierras en una burbuja y deja que se vaya flotando. Agradece que se va con amor y en paz. Cuando tengas tu mente en blanco, imagina que del entrecejo sale una línea que atraviesa tu cabeza y de entre tus orejas existe otra línea que atraviesa de oreja a oreja. En el punto donde ambas líneas se cruzan, ese será el centro de tu ser.
Imagina como ese punto es muy brilloso y de una luz muy hermosa. Ahora trae a tu mente a aquellas personas que conoces y ve en ellas, la misma luz que sale de tu cabeza. Ve sintiendo como esa luz se va haciendo más y más grande, hasta que de pronto llena todo tu cuerpo y esta se sale de él. Ve en las personas que conoces como esa luz sale de sus cuerpos, después imagina gente por todos lados no importa si no los conoces. La luz que ves en ti y en los que quieres, vela también en la gente que no conoces. Vela en todo ser viviente del planeta. Ve el planeta Tierra inundada con esta luz. Y agradece por lo que ves. Y manda amor al planeta tierra. Gracias. Gracias. Gracias.
Cuando hallas terminado de asimilar la experiencia lentamente y con calma vas a abrir los ojos para ponerte en el Aquí y Ahora.

Este ejercicio nos ayuda es a darnos cuenta de que no somos tan diferentes como lo pensamos. Que por dentro tanto física como espiritualmente todos somos iguales y el fin de este ejercicio es que recuerdes qué eres realmente. Eres Luz. Para que recuerdes quien eres realmente. Eres el Hijo de Dios. Todos lo somos.

Michel Gaymard